Mamis y tatuadoras

¿Cómo lidiamos con nuestro día a día?

8/21/20243 min read

a person's feet resting on a potted plant
a person's feet resting on a potted plant

No podíamos estar más contentas de la elección que tomamos... Ser mamis es precioso, pero muy muy muy duro... Y cuando el negocio depende de una misma, y cada mes es económicamente incierto, te das cuenta que tienes que dar mucho de tí, y eso implica una organización tan grande y precisa del día a día, que abruma, frustra y entristece incluso.

El día a día es tremendamente agotador, es querer estar en todas partes y a la vez saber que nunca podremos hacerlo al 100%: el cuerpo está exhausto después del parto, pero luego viene el postparto, lactancia, postlactancia, lactancia mixta, noches sin dormir, bebés que enferman, papis agotados...

Ahora los peques van siendo más mayores y empezamos a ver la luz, pero se atisban otras nuevas situaciones que tenemos que lidiar con ellas, y cada día es un reto: no sabes como empieza y mucho menos cómo acabará jeje

Levantarse ya con la lengua fuera, para despertar a un pequeño torbellino con la mejor de tus sonrisas, tener ya listo el desayuno o hacerlo con él/ella, vestirse y tratar de dejarle en la guarde con un "¡nos vemos pronto cariño, te quiero!" cuando se queda con las lágrimas a puntito de salir, es bastante triste. Pero doblas las esquina y ya estás pensando "venga, que me da tiempo a llegar a casa, tiendo la ropa lavada, me tomo un café de carreras y me voy pitando al estudio"... Llegas, y además de eso hay que sacar al perrete, dar de comer a los gatos, o incluso ir al vete si hay algo pendiente...

Coge la mochila, ¡que no se te olvide nada! Llaves del estudio (por favor...), tablet, móvil, cargadores, cartera, y lo más importante: la cabeza.

En el estudio, ya llegamos y respiramos: nuestro espacio, nuestro remanso de paz... Sí, hay que limpiar, ordenar, hacer inventario, etc. pero ¡qué paz! Ponemos musiquita, sacamos la tablet o nuestro kit de dibujo/acuarelas para empezar a crear, o nos ponemos con nuestros cursos respectivos sobre ilustración, técnicas artísticas...

¡Ups, ya queda poco! Recoge, limpia y a preparar la cabina ¡que viene la clienta! Es una satisfacción ver entrar a la persona con una sonrisa de oreja a oreja, sentarnos juntas para hablar de su diseño, y poner el 100% de nuestros sentidos sólo y exclusivamente en lo que nos está contando: la historia, el trasfondo del tatuaje, o escucharle simplemente que es un diseño que le ha encantado y que quiere llevarlo a toda costa en su piel: esto para nosotras es sentirnos realizadas, pero más aún cuando la sesión se desarrolla entre risas, complicidad, sinceridad, nos contamos nuestras cosas (como si nos conociésemos de toda la vida) y al final nos despedimos con un abrazo sincero y pidiendo por favor que "si pasas cerca, ¡acércate a saludar y nos tomamos un café" Y de aquí, han surgido amistades maravillosas que conservamos y esperemos, sigamos ampliando :)

Es tarde, pero estamos contentas con nuestra sesión terminada: "madre mía, ya estará cenando el/la peque..." recoge, limpia rápido, cierra todo y ¡a casa! A veces en metro, en autobús, en bici o rara vez en coche.

Agradecida de poder llegar otra vez con la lengua fuera, para acostar al peque o darle al menos un besito de buenas noches, y desplomarte en el sofá (en el caso de no quedarte dormida a la que duermes al bebé...) para ver a tu pareja un ratito muy breve y pensar: tengo que sacar al perro, medicar a los gatos, poner un fregaplatos, preparar los diseños de mañana... Y otra vez, nos sumamos a la rueda de vivir con la lengua fuera, pero al menos muy orgullosas y felices de estar dándolo todo y sentirnos realizadas con nuestro trabajo.